Oh..!! Veneracion

Me pregunto que es eso, que es sentir ese abrumadora culpa hirviendo en la sangre.

Mirando  alrededor solo dejando destrucción

No me arrepiento de nada de lo que hice por ti, debería, pero no me arrepiento.

(Matar, humillar, robar, ultrajar…)

Aquella sofocación que te roba el aliento cuando recuerdas unas manos manchadas en culpa indeleble, una mirada cambiante a una desconocida  y casi diabólica salida de los infiernos de mi deseo al tenerte.

Como un sediento, en la aridez del desierto, sintiendo la piel ampollarse  bajo el sol iracundo y divino

Si! He matado, por ti!

Si he robado  y mentido!! Todo por ti

Pero decir eso también seria mentirte a ti, mi tesoro, pues no es si no mi anhelante desesperación de ti, lo que ha movido el motor de lo irracional.

Pensando que hasta el mas puro amor se corrompe, es caso ese mi destino?

O es que esta devastación es porque ya a sucedido?

Ahi donde me encuentro, solo dentro de aquellas paredes altas y sepulcralmente blancas, pareciera que el silencio se arrebata y se conjuga como en su propia casa para ser el  invisible dedo acusador.

Ahí, en ese basmento me he puesto de rodillas pensando en los hechos.

He dejado sin vida, a la vida, a su vida, yo que sin derecho y sin saber que el destino uso mis manos contagiándolas de mis deseos y han cometido aberrante acto.

Pero que dulce es, cuando tus caricias disipan la duda y la culpa, cuando los besos festivos de tu boca me hablan de que sin ellos moriría.

Primero hacer morir, que verte morir y morir sin ti.

Hincado, mi alma a veces recuerda la culpa y la llama, como el amante lejano que se ha ido por traición y  me grita:

Expira tus culpas!!

Es entonces que la voz de mi ser, se libera, dejando que el eco como respuesta de ese reinante silencio, me condene a mi mismo

Arrepiéntete de matar

Arrepiéntete de haberle matado

Arrepiéntete de mentir y de humillar

Si, esa voz soy yo, los quejidos de arrepentimiento son míos

La culpa se expone pero entonces, pensando que pedir el perdón y la redención seria el bálsamo bendito, el retumbar del eco, la palabra muerte y arrepintiendo me hacen recordar como un disparo en la oscuridad el porque lo hice.

Asi postrado a los pies, ante lo supuesto divino  dejando libre mi culpa, y dejando que el eco sin piedad me recuerde mis pecados y me acuse repetidas veces como si los ángeles corearan una  lastimera oración de decepción ante la vileza de mi alma, te recuerdo a ti.

Oh! Que caricias que me curan

Oh! Que besos que me lavan la boca cuando la culpa

Oh! Que calidez asombrosa la que tus brazos le da a mi alma enfriada de pecado

Oh! Que suave lecho es tu cuerpo que me baña y retira el desasosiego e incertidumbre

Y la delicia de la noche protectora de la intromisión en mi cuerpo, guiada entre los muslos que sin mas , hacen del arrepentimiento una excusa para los moribundos, que ante la muerte pretenden expiarse y por lo menos pensar en que irán al cielo, yo se porque lo hacen, piensan que el castigo será iracundo, y oh! por piedad que a si será, ten por seguro que implacable y macabro, tortuoso y devastador, pero yo, que te tengo a ti, dulce tesoro que viertes en mi lo más profundo de tu alma, pero yo que te tengo a ti, eso no me hace falta, me atrevo a asegurar como que el sol hace la luz en la tierra que hacerlo sería blasfemar, puesto que siendo tu, mi infierno es lo más dulce, me oyes!!! Lo más dulce!!!

Recordando  que solo por amor has intercedido por mi, la fusta de tu mano llora sangre, pero  aunque salga de mis heridas sabes que es mas tuya que mía, por amarme también, se que la lección no es otra, mas que aquella que hacen los  monjes en rotundo confinamiento en monasterios al tener malos pensamientos o perder su fe y renovarle a su Dios los votos de entrega, pero yo que jamás perderé la fe a mi objeto de veneración ,  soy castigado por el mismo, castigado por  ti, para enseñarme mediante la dominación y el dolor que tu  eres  mi  dueño… mi dios.

Aun hincado  yazgo, el eco aun ensordece las paredes, pero mi espíritu, mi alma y mi pensamiento ya están lejos, muy lejos de aquí, se han materializado a tu lado en ese tálamo, solo queda un cascaron, que blasfemo  y pecador reza en voz baja, ese cuerpo que solo  transpira tu aroma, que no tiene otro dueño mas que tu, pensado en ti como su verdadera adoración irreverente alza su voz, y susurrando sacrílegamente se le oye decir:

Oh! No me arrepiento de nada de lo que hice por ti, perdona mis pecados si los ves así y si pensaras que mi alma enferma estuviese, una la palabra tuya bastará para sanarme..

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TaNa
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