~~ ^^ Onigiri FaN ^^ ~~

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miércoles, 9 de mayo de 2012

Cap. II -Stillabunt Vivit-










El nudo de una gota

Después de despedir a Apolo, se sintió tranquilo y comenzó con sus deberes y dentro de la habitación llamada “las estaciones”, de la cual pendían millares de hilos suspendidos y anudados entre sin principio ni fin, eran como si centenares de telarañas cayesen como lluvia, ahí Tanathos cortaba hilos que las moiras indicaban marcándolos rojos y al tenerlos el dios de la muerte en sus manos se volvían violetas como sus pupilas, las cuales se apartaron de aquellos hilos al ser interrumpido.

-Si el adorado dios Apolo no sabe que es, ni como es, entonces porque razón lo ha hecho mi señor- preguntaba Veres siervo de Tanathos confundido y en cambio este sonreía placido recogiendo hilos de la madeja del destino.

-No, claro que no sabe, no sabe  ni siquiera lo que le he pedido, pero su perro Delfos le dirá exactamente que forma tiene lo que ha de buscar, eso y saber donde, es mas que suficiente - parecía muy concentrado en su trabajo rasgando finas hebras.

-y que gana usted? - interrumpió de nuevo Veres, hincándose apoyando su delicado rostro sobre la pierna de Tanathos quien sentado complaciente respondía.

-si no fueras parte de mi, habrías muerto ya, por tan desafiante comportamiento- respondió Tanathos sosteniéndolo duramente del mentón.

-pero si el dios Apolo lo decide, Delfos le dira y aunque no sepa lo que es, supongo que a usted no le conviene que se entere- continuo sin amedrentarse ante la reacción de su amo.

-Apolo tendrá que tener mucho cuidado, con lo que pregunta, hay cosas que ni siquiera un oráculo sabe, poco puede surgir efecto una amenaza sobre algo de lo que no se es dueño-

-Ares … mi señor, volverá Ares a nosotros..?- pregunto Veres con tono ilusionado.

-no, pequeño tonto, nosotros volveremos a casa por el, aun tengo mucho tiempo, antes que Apolo pueda tener un plan para dirigirse a Ares eso sin contar con el tiempo que perderá buscándole- Tanathos le beso la frente a su esclavo.



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A su llegada preocupados dos de sus más fieles sirvientes le dieron la bienvenida, pero por su rostro, se podían imaginar que mas alla de algún peligro, su amo Apolo era presa de la duda y la confusión.

Apolo, no se distrajo, entrego su abrigo a quienes lo recibieron, y camino por los largos pasillos de su mansión hasta llegar a un jardín que parecía estar en medio de una sala con demasiados espejos y ventanas, en el centro un estanque del cual parecía derramarse el agua incesantemente sin humedecer el piso, jamás una gota tocaba el suelo.

El dorado dios, tomo un hondo respiro y compuso su rostro, estando mas enfocado, asomo su vista dentro de aquel estanque, mientras sus ojos verdes como los prados fértiles se fundían con los destellos del agua cristalina, la presencia de algo se asomaba también desde la profundidades hasta tocar la claridad de la superficie, unos ojos aniñados y ambarinos felices respondían al llamado.

Ese a quien veía Apolo, había sido nombrado “el oráculo de Delfos” hacia tiempo atrás, solo que lejos de las leyendas, la historia y el folklor, Delfos, había sido condensado en un solo cuerpo, aquel chiquillo que gozaba del favor de Apolo en uno de los muchos ciclos después que la era de los dioses había sido olvidada, fue el ultimo sacrificio humano para ser el intermediario entre el destino, los dioses y la humanidad, en ese cuerpo, eternamente joven, al servicio de su señor. Y con el paso de los años, se había abierto una brecha donde pudiera residir, Apolo pidió a las musas un estanque donde el agua fuera siempre fresca, donde el aire fuera siempre libre, donde Delfos recordara su hogar dulce como en los bosques de espeso paisaje, allá en el mundo antiguo, el resultado fue un estanque, alrededor del cual Apolo construyo un jardín, situado siempre dentro de las paredes de la mansión “solaris” casa donde residía el dios renaciendo una y otra vez en uno de los descendientes de la noble y rica familia.

-y entonces Delfos...- sonrio Apolo mientras le miraba.

-pregunte bien mi amo, solo una respuesta puede tener- decía el pequeño, moviendo despacio su cuerpo dentro de aquel espeso barajé.

Apolo se debatía entre saber que forma tenia lo que debía conseguir para el dios de la muerte, el porque lo había perdido y muy interesante se le antojaba saber cómo, pues para el uno y el otro no tenía nada que ver, si Tanathos jamás estaba con ellos.
-"como saber ambas cosas"- se preguntaba...

-que forma concibió el precio que pago Tanathos ante Ares-

-la guerra y la muerte siempre de la mano, del muerto carbón y vivo fuego el diamante lloro-

-así que es una joya, un diamante o una piedra preciosa, pero porque? para que?- una vez, el oráculo respondió volvió a su pacifico ensueño, dentro de aquel tibio estanque que parecía mezclar la densidad del agua y la ligereza del aire, a pesar de tantos ciclos y destinos, descifrar las parcas y enredadas adivinanzas de un oráculo, no era simple, pero no perdería tiempo, si quería encontrar a Ares y de paso obtener su voto a favor.

Sin embargo los dioses siempre habían encontrado la forma de favorecerse a si mismos y con eso en mente, introdujo los dedos jugueteando con el agua, haciendo que nuevamente Delfos se asomara, cuando lo tuvo de nuevo en la superficie le acaricio el rostro húmedo y el chiquillo abrió los labios deseoso, lo que Apolo estaba haciendo era una especie de “chantaje” una forma muy peligrosa de conseguir mas información, conforme el cuerpo tocaba el aire fuera del estanque este se cubría de fina seda del mismo color que sus ojos, pegándose a su cuerpo mojado.

-Anastenagmós..- susurro Apolo mientras lamia gotas del cuello de Delfos, estaba prohibido esa clase de roses con quien se supone era una representación pura y divina que debía estar alejada de cualquier tentación carnal y eso a Apolo le era difícil de comprender y de aceptar, y mas sabiendo los profundos deseos de Delfos.

Más al escuchar dicha palabra, Delfos tembló y se separo de inmediato del dios, mirándole con preocupación y alivio.

-pero estas bien?...como?- cuando se encontraban en esa forma tan intima los títulos, linajes y hasta el respeto, se evaporaba  entre dios y sirviente, y haciendo participe de esa libertad Delfos acaricio la mejilla de Apolo tratando de encontrar la respuesta.

-sabes lo que es?- pregunto Apolo sorprendido con tal reacción.

-si…- asentó rápidamente Delfos –es, la morada de la muerte, como llegaste ahí? Como saliste de ahí?- pregunto el oráculo angustiado.

-Tanathos me guio- respondió Apolo confundido

-que pasa? Porque tiemblas?- el dios sol, tomaba de los hombros a Delfos, atrayéndolo para si, al verle temblar.

Delfos, soplo una suave brisa, empañando los múltiples espejos y entonces si, con desatado albedrío, se dejo sostener por ese abrazo, que muy le sabia a prohibido.
-nadie, ni dios, ni diosa, ni musa, ni gracia, nadie puede entrar ahí,- le miraba preocupado­ - ni siquiera las keres, es un sitio demasiado raro, no sabemos mucho de el, solo que si entras ahí, puedes quedar atrapado en un reposo infinito o caer en un laberinto eterno y por mas poderoso que seas, estarias atrapado, incluso a un dios puede costarle mucho tiempo salir de ahí, menos mal, que el te ha invitado- rodeo el cuello fuerte de su dios -como lo encontraste…?-

-bromeas? Ese lugar esta dentro de una habitación, en un edificio cualquiera- explicaba comenzando a creer que en realidad no sabia nada.

-comprendo…- suspiro el oráculo aliviado.

-que pasa? Ahora comprendo menos…- le tomo Apolo el rostro al oráculo de las mejillas, apenas y rosando con su aliento aquellos labios negados.

-Anastenagmós, es como un plano, una dimensión diferente gobernada en abosulto por Tanathos, si quisiera podría meterla en una botella de vino- agacho la mirada, al saber que ese beso deseado jamás vendría.

-…..- Apolo esperaba el resto de la explicación y sabiendo la decepcion dentro del corazón del oráculo, le tomo de forma posesiva de la cintura ciñéndole y con la otra tentando aquellos escurridizos muslos, saboreando con las llemas el agua que baja de ellos, como si quisiera detenerla.

Delfos, suspiro y enrojeció, aclarando su garganta prosiguió –al venir a este mundo, los dioses  están sujetos a ciertas leyes, que ocasiona que no puedan liberar sus poderes por completo a su merced, si quieren despertar totalmente, deben ir quebrantando ciertas reglas-
-leyes? No tiene que ver, con los cuerpos que tenemos?- dijo, refiriéndose a el cuerpo humano, de carne y hueso.

-si, claro, deben esperar un cuerpo que nazca preparado para llevar dentro a un dios, pero este mundo, la tierra, esta sujeto a una dimensión, a una realidad y esta a leyes cuánticas y físicas, se pueden romper para crear nuevas realidades siempre y cuando sean poco a poco sin alterar demasiado el balance-

-ya veo…- Apolo no había estudiado demasiado la situación, siempre relaciono su falta de poderes a un cuerpo pobre, había sido demasiado distraído en otras cosas.

- es como querer detener una rueca, mientras gira incesante a una velocidad increíble, pasan dos cosas o la rueca se rompe o se lastima la mano, asi pasa mientras esta sujeto a leyes terrenales, sin embargo Tanathos fue el único hasta ahora, que encontró la forma de imponer todo un portal y toda una dimensión sin alterar un fragmento de esta realidad, y para ello, se necesita una energía increíble-

-asi que nadie, ha estado ahí…- pensó Apolo en vos alta.

-bueno, yo no he dicho, que nadie estuviese ahí, simple mente dije que no puedes entrar con solo desearlo-Delfos se separo con pesar de ese esculpido y tibio cuerpo, al mirar que los espejos, se desempañaban, pero antes de irse Apolo le tomo la mano –Ares, en donde?- pregunto presuroso.

-para encontrarlo, primero deberás hablar con Némesis…-

-no tengo tiempo, en donde?-

-tomando alcohol, rodeado de gente, un lugar concurrido, en un bar…- y antes de zambullirse Apolo coloco un sutil beso en la frente de Delfos.

De pronto la puerta se abrió sin previo aviso, dando paso a unos monjes, intromisión que indicaba que el tiempo para consultar al oráculo había terminado y que el dios debía retirarse.
“malditos, protectores del oráculo” pensó para si y con un dejo déspota, salió de aquella sala sin, ni siquiera dirigirles la mirada.


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El departamento “A” de la torre central en aquellos suburbios snobs alojaba a un ser taciturno y que aparentemente jamás dormía, era un departamento como cualquier otro, amueblado de manera sencilla de gusto minimalista, cuadros, pinturas, y velas muchas velas y contaba con las areas de una casa común y corriente en pleno servicio, además de tres habitaciones bastante amplias, una de ellas, era prohibida, de ahí venia un pasillo que a cierto punto se volvia interminable pero que solo topaba a pared, y luego seguían los otros dos, uno era llamado el cuarto de las estaciones donde Tanathos hacia su trabajo y el ultimo era donde normalmente dormía.

Era amplio con una vista impresionante, su principal atractivo era el ventanal y a pesar del espacio solo tenia una cama y un diván y velas, quizás demasiadas sobre el piso.
-sabes porque los seres humanos, se componen de tres cuartas partes de agua?- había preguntado Tanathos a Veres, acunándolo sobre el diván de su habitación, este se quedo en silencio esperando la respuesta -porque la muerte llora, porque la vida es liquida, porque liquida es el agua y el agua es vida-







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Cont.


bueno kizas tenga ke explicar ke la historia como las otras salidas de mis incoherencias, esta ambientada en un estilo steampunk, ya saben ese ke mezcla la tecnologia, lo mitologico, lo magico a conveniencia, en fin eso es todo >>

ah! y ke tambien por cierto ire kizas cambiando o añadiendo cosas a los escritos y posiblemente corrija los errores aunke eso ya es mucho pedir jeje n.n
bye