* antes ke nada, si pasas por aka te das cuenta ke es MI espcio, asi que subo lo ke escribo y escribo lo ke kiero, por tanto, no me hago ni soy responsable si lees y no te agrada, pasa de este sitio si te incomoda, de igualmanera no me interesan opiniones ajenas, contiene temas poco agradables*
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Los necrofilicos hijos del carmesí…

No era un castillo de cuentos de hadas, mas bien parecían vestigios de un palacio hecho en el fin del mundo, con el propósito de ser olvidado.
Dentro de las lúgubres paredes, se sostenía una calurosa discusión familiar, cuyos integrantes eran más que familiarmente apegados.

-debemos hablar… - decía alguien posado sobre el ventanal del tercer piso mirando la luz tenue de las estrellas navegando en el manto nocturno.
- a cerca de que? Madre…- contesto alguien, sin muchas ganas de hacerlo pero era un deber respetuoso.
-se viene la luna nueva…- prosiguió sin despegar la vista del gran cristal

-ya lose… - le miro por encima del hombro, indicando el fin de aquella amarga conversación, pero estaba seguro que no acabaría ahí –es mía, me pertenece, puede ir a conseguir a cualquier otra, porque ella?- comenzó a subir el tono de voz, terminando por gritar descontrolado.

-no es suficiente!, se necesita mas carne, mas sangre, mas, mucho mas!- dijo mirándole sin inquietarse por el estado de su interlocutor.
-es mía y no se la daré, si le toca, le mato!- fue interrumpido por la entrada de una figura larga y oscura
-padre.. aun no es luna nueva y ya estas dando ordenes?...- le dijo y se sentó a su lado en el ventanal.

-no le daré a mi virgen!, que se consiga un ángel! No me importa, si acaso pone un pie allá, no me reconocerá y dejara de ser mi hermano- miro ambas figuras que parecían estatuas, sin comprender la enervada situación problemática.
-debes entregarla!!! – se giro en seco, posando la mirada profunda.

-es mi virgen!, me pertenece! – declaro sin pudor y con urgencia que esa sentencia retumbara por todo el palacete
-es tu hermano! – contesto con tono alto, quien se levanto abruptamente de la ventana.

-y es mi amante también, y el deberá obedecer padre, estoy a cargo !- cerro el puño cimbrándolo en la mesa de cedro barnizada donde tres copas de vino temblaron –madre!! Por favor, es mia…-
-Bermellón!! – grito la figura escurrida que antes había interrumpido
-que Lao? Lo que vayas a decir dilo, nada cambiara- le miro desafiante esperando sus palabras.

-apresúrate, padre ya había dado la orden, Vulcan casi está por llegar…-afirmo, mirando de reojo a su madre, quien no se molesto en devolverle la mirada.
-padre! Porque me haces esto?, sabes que es lo que idolatro…- sorprendido por ese aberrante hecho, giro y salió corriendo –vamos ensillen a el cardo!-

-Lao eso fue apresurado, porque mentiste?-
-madre, padre, acaso Bermellón no debe saber la verdad?-
-si, pero eso lo decido yo, las colinas de Avarak necesitan aun un guardián, Bermellón debía durar unos años mas ahí…-
-padre… porque inicio esto?, madre… nos odias?, nos amas?..-
Aquella figura le miro con contemplación…-desde lo más profundo de mi abismal corazón.- fue lo que dio en respuesta
La puerta se abrió de un golpe, ojos rojos y perdidos, profundos como el de un animal en el límite de lo vivo y lo muerto.

-donde esta Bermellón? – su vista recorrió el lugar, atestado de reliquias, humedad, olvido, vino y carne…
-fue a ver a su virgen, hermano…- dijo el de cabellos negros, de figura escurrida, ahora tomando vino.

-padre, porque le dejaste ir?, tomare a la virgen, y no dejare ni sepulcro donde llorarle – se inclino sobre una de sus rodillas, besándole la mano.
-madre, el pertenece a mi! – se levanto acomodando su ropa –ensillen a Slet!-

-espera!, a donde vas?- le miro sosteniéndolo de la mano
-a donde está la virgen! A las colinas de Avarak!! A verla dormir!-
- a dónde vas? Vulcan a donde?-
-a donde mi corazón me lleve..-
- oh! Por los infiernos, pero es que acaso te has podrido? Donde tu corazón te lleve?-le miro esa a quien llamaban madre, le sostuvo el rostro y después por el cuello, reprendiéndolo con la fuerza y el deber de un padre.
-el es mío- contesto el primer vástago de sus tres hijos
-a donde vas?- pregunto insistentemente
-cuando ella esta aquí, el no viene a mi, no viene en las noches, ni duerme en mi lecho, no me pide mas, no me habla, no me toca, no besa, no gime ni jadea, solo es ella, riega caricias en el cadáver, de alguien a quien ama que no es de el, baila con ella en las tumbas, la besa y le habla, cuando ella viene, yo no éxito en el cuerpo de Bermellón!!!-
- estas celoso Ourobos?, tu no tienes corazón!! – le abofeteo –ahora lárgate y tráelo, es tiempo de hacerles ver a mis críos de que fuego están hechos…-