Años

Besar una boca de 17 es abrumador

Besar tu boca de 17, por solo 1 vez, esta abrumadoramente lejos de ser suficiente…

Tiemblan y exhalan…

Sostener un cuerpo de 17 es un golpe bajo y una jugada sucia
La vida amedrentando al destino, habrá que admitirlo...

Besar una boca de 17 es abrumador

Los reflejos se tornan ansiosos y febriles, irradian necesidad y aceptación.

No lo sabía en ese entonces, nada ni nadie me había advertido que 17 era un número aparentemente pequeño en comparación a lo que produce, mezclando el cuerpo y el calor.


Que había de diferente? Del 20 o del 19 incluso del 24?
Las manos jóvenes que quieren tocar todo, que reservan otro tanto pero codician todo, se enroscaron sobre mi cuello, aun no sabía el 17 como hacer sentir un tacto posesivo, pero se entrenaba riguroso, apretando mas sus manos en mi nuca y atrayendo mi cuerpo al suyo, dicen que la posesividad es natural del ser humano, como el instinto básico, pero para ser glorioso debe ser entrenado.


Besar una boca de 17 es doloroso.

Sus labios tienen una medida exacta, en pleno desarrollo, no deben ser mordidos hasta el próximo otoño, aunque se debe darles un ligero rose con los dientes, de esta forma se familiariza la carne jovial y la segunda etapa de la posesividad, que es más violenta y perspicaz.

Besar una boca de 17 y envolver un cuerpo de esa medida, es tormentoso.

Sientes la evolución, de un beso inocente a uno más intimo y luego te apartas, mientras el rubor de la vergüenza que cede ante el deseo, se descara pidiendo más, los aspamos expedidos por los 17, retumban en tu cuerpo, pero con la experiencia puedes aprovecharlos y disfrutarlos.


Los ojos de 17 brillan encendidos pero adormecidos al mismo tiempo, la inexperiencia no tiene cabida, solo el aprendizaje, la nariz respira profundo y pausado comenzando a desarrollar la memoria olfativa, pero no de olores comunes, si no aquellos que descubres cuando estas besando.


Las mejillas sonrojadas, las orejas calientes y despiertas al mínimo suspiro.

Sorpresa es cuando un 17 te besa, aprende, te presenta lo que tiene y trasfieren química, entonces la experiencia y la inquietud, se vuelven amantes, el inocente se vuelve tan ágil, que estructurando un diagrama instintivo, solo responderá a los estímulos ajenos pre dictaminados por el otro, no importa el tiempo que se lleve recorrer el camino, siempre y cuando se llegue al final.


En 17 parcialmente algo es nuevo, divertido, atrevido y excitante, no puedo quejarme si hemos tenido química, se siente tan bien.


Esa boca de 17, que es abrumador besar, se convierte poco a poco en mi media exacta, es peligroso y placentero, la posesividad y la pasión fluctúan sin control en la sinergia que hemos creado, pero aun sigo disfrutando de esas grandes bocanadas de aire que tomas al separarnos y terminar el beso, aun ver esos labios entre abiertos suspirando brillosos e hinchados, aun tendré tiempo para sentir temblar tu espalda baja que hace flaquear tus piernas y convenientemente hacerte recargar sobre mí.



Y aun no he hablado de tus pechos o de tu cuello exigente como la boca por atención, que parecen convulsionarse, o de tu cabello juguetón, nada he dicho de tus manos o tus roces, del costado que se retrae sintiendo cosquilleo si lo toco.


Besar una boca de 17 es algo abrumador, aun más cuando ya has cumplido 22 y seguimos sintiendo lo mismo.




esta lejos de ser sufiente...



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TaNa
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