2009-10-12
Un lugar donde solo existe el silencio
Un lugar donde mi palabra es voluntad
Un lugar donde tu palabra es ley
-oyes?..-
-nada, debe ser el murmullo de las luciérnagas,
amontonadas en el estanque..-
El cuerpo se mueve en brazos ajenos y retoma una
comoda posición
-alumbran tenue la noche aburrida-
-es por que ellas solas son atraídas…convergen
distantes y divertidas-
-El frió de la noche, intenta alcanzarme-
Los brazos ajenos le envuelven y los labios besan
los contrarios
-ha creído que puede, más no advierte, que en
este jardín no existe-
Lejano..solitario, vació.. así llaman a lo que
compartimos, mas atinado su comentario no es, pues
que así lo hemos querido.
El farfullo que interrumpe nuestro convivió, me
irrita, han venido a buscar un lugar de descanso,
mas en primera he de cerrar su paso.
Busca consuelo, pidiendo un poco de silencio, mas
engreídamente cree que será compartido.
-Creer que soy algo, alguien, me a molestado, que
con tanto ahínco lo han mencionado..-
Las pupilas ajenas, reflejan los iris de tenue
color
-eres exactamente que lo amo – responde una voz,
al oído con un dulce tono..
Apartado, un lugar apartado, lleno de laberintos
por los cuales, les hagan caminar sin sentido,
puesto que la salida es tan sencilla.
La salida es la entrada, por lo cual sus propios
pasos son quienes condenan.
Placidamente descansan ambos cuerpos en un verde
prado, rodeados de objetos multicolores, líquidos
de brillante color permanentemente servidos, donde
el sueño emerge y las fiestas se prolongan, donde
las risas estallan y retumban de los árboles las
copas, cuando hace viento pues quiero ver tus
cabellos mecidos y revueltos, cuando llueve por
que las cristalinas gotas prístinas chocan en
las mejillas, donde corres al resguardo en la
calidez.
Donde estar con tigo es tan fácil y necesario
como respirar, donde trato de ser lo menos torpe
posible, donde espero que encuentres…eso... que
tanto te quiero dar.
Un lugar donde mi palabra es voluntad
Un lugar donde tu palabra es ley
-oyes?..-
-nada, debe ser el murmullo de las luciérnagas,
amontonadas en el estanque..-
El cuerpo se mueve en brazos ajenos y retoma una
comoda posición
-alumbran tenue la noche aburrida-
-es por que ellas solas son atraídas…convergen
distantes y divertidas-
-El frió de la noche, intenta alcanzarme-
Los brazos ajenos le envuelven y los labios besan
los contrarios
-ha creído que puede, más no advierte, que en
este jardín no existe-
Lejano..solitario, vació.. así llaman a lo que
compartimos, mas atinado su comentario no es, pues
que así lo hemos querido.
El farfullo que interrumpe nuestro convivió, me
irrita, han venido a buscar un lugar de descanso,
mas en primera he de cerrar su paso.
Busca consuelo, pidiendo un poco de silencio, mas
engreídamente cree que será compartido.
-Creer que soy algo, alguien, me a molestado, que
con tanto ahínco lo han mencionado..-
Las pupilas ajenas, reflejan los iris de tenue
color
-eres exactamente que lo amo – responde una voz,
al oído con un dulce tono..
Apartado, un lugar apartado, lleno de laberintos
por los cuales, les hagan caminar sin sentido,
puesto que la salida es tan sencilla.
La salida es la entrada, por lo cual sus propios
pasos son quienes condenan.
Placidamente descansan ambos cuerpos en un verde
prado, rodeados de objetos multicolores, líquidos
de brillante color permanentemente servidos, donde
el sueño emerge y las fiestas se prolongan, donde
las risas estallan y retumban de los árboles las
copas, cuando hace viento pues quiero ver tus
cabellos mecidos y revueltos, cuando llueve por
que las cristalinas gotas prístinas chocan en
las mejillas, donde corres al resguardo en la
calidez.
Donde estar con tigo es tan fácil y necesario
como respirar, donde trato de ser lo menos torpe
posible, donde espero que encuentres…eso... que
tanto te quiero dar.
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